Escudo Concejo Municipal

Concejo Municipal ciudad de Esperanza

Labor de los Primeros Concejos

La labor más destacada:

a) Lucha por la tierra:

El inciso 9) del contrato de colonización, concedía a los colonos que poblaron la región elegida, cuatro leguas de la periferia "a beneficio comunal". Esto no se concretó nunca, ni aún después de la Ley de fecha 31 de agosto de 1866 que ratificaba la donación a beneficio de la Comuna, con el agregado que no podía ser enajenado jamás por autoridad alguna, ni pasar a dominio de particulares, ni de sociedad alguna. Ambas promesas quedaron en los papeles, hasta el 12 de julio de 1875 fecha en que las Cámaras derogaron la referida ley, acordándole en cambio, a la Colonia Esperanza, los terrenos fiscales adherentes a ella por los costados Norte y Oeste que la ley destinaba al servicio comunal. Los beneficios obtenidos de la venta de dichos terrenos fueron destinados exclusivamente a educación y obras públicas. La fracción donada era de 71 concesiones aproximadamente, de acuerdo con el título de propiedad, es decir, la cuarta parte de lo que les correspondía por contrato. El gestor municipal gracias a quien se obtuvo la pequeña fracción que vino a salvar el retaceo gubernamental fue Don Guillermo Lehmann. El resultado de su venta se destinó a levantar la Escuela Municipal del Centro (actualmente la Escuela Normal) y la construcción de la iglesia Católica.

¿Que consecuencia tuvo la falta de cumplimiento del gobierno? Cuando Esperanza fue poblada, los colonos recibieron una concesión de terreno (33 hectáreas), superficie que a los pobladores suizos y alemanes, acostumbrados como estaban a los minifundios de sus países, les pareció superior a todas sus aspiraciones. Pero al poco tiempo de instalarse, comprendieron que era un error, pues una concesión de tierra resultaba insuficiente para subsistir. Aquí no era posible el cultivo intensivo, sino el extensivo. Además en 33 hectáreas, no se podía sembrar y criar las pocas vacas que les daban la leche necesaria para hacer quesos y manteca. Con motivo de la fundación de nuevas colonias en la zona, muchos emigraron hacia ellas porque la distribución de tierras se hizo sobre la base de "cuatro concesiones", lo que les permitiría defenderse mejor y prosperar. Así fue como el agro de Esperanza se estancó de tal manera que puede considerarse que con el correr de los años ocupaba uno de los últimos lugares, comparado con el de otras poblaciones de nuestra zona y del Departamento Castellanos. En aquellos pueblos no sólo se había evolucionado en cuanto a la calidad de semillas para la cosecha fina, sino también en lo que se refiere a los tambos, mejor instalados y con planteles seleccionados. No era extraño encontrar pequeñas cabañas, en las que donde se criaba la raza lechera que llegó a intervenir en las exposiciones del país. Esta es la primera grave consecuencia, que provocó la falta de tierra a los colonos, sin contar con otros efectos surgidos como ser: pauperización, total ausencia de mejoras, etc. Volviendo a lo primero, los Concejales lucharon denodadamente para que les fuera reconocido el derecho contractual, pero fue en vano y cuando llegó, un cuarto de siglo después y retaceado, ya no tuvo ningún valor.

b) La convivencia religiosa:

En realidad, no es un logro del Concejo, sino una práctica adoptada por los colonos. En efecto, sabemos que el Primer Concejo y los posteriores, estuvieron integraron por ciudadanos de ambas confesiones cristianas. Si nos transportamos a aquella época comprenderemos el significado que esto tiene, ya que el país estaba formado por descendientes de españoles y todos ellos eran católicos. En cambio, en Suiza y Alemania, la iglesia reformada tenía una presencia más fuerte que la Católica; por consiguiente, los primeros pobladores, acostumbrados como estaban a vivir en paz en sus respectivos países, trajeron el mismo espíritu de tolerancia para convivir aquí. Esta es la razón primordial de la convivencia pacífica que permitía tener representantes en el gobierno comunal de las dos confesiones.

c) Enseñanza primaria:

Hasta 1890 las Comunas y el gobierno provincial se ocupaban de la educación primaria. Así vemos como por la Carta de 1872, se establecía en el inciso 5º del Art. 25º: "Propender a la conservación de la moral y buenas costumbres, a la propagación y mejora de la instrucción primaria, disponiendo el establecimiento de escuelas primarias y de artes y oficios en el municipio en la medida de sus recursos, inspeccionando estos establecimientos aunque no sean de su inmediata dependencia." El mismo concepto se repite en el Art. 43º de la Carta sancionada el 5 de noviembre de 1883 y el Art. 44) de la Carta del 27 de noviembre de 1884. Estas disposiciones son cambiadas en la Ley Orgánica de 1890, cuyo Art. 24º, inciso 15, expresa: "Propender a la conservación de la moral, buenas costumbres y a la propagación y mejora de la instrucción pública, destinando en todo el presupuesto anual del 10 al 20 % de sus rentas para el fondo escolar de la provincia con arreglo a lo prescripto por la Constitución." Vemos así una modificación, pues desaparece la función tutelar del municipio, en lo que respecta a la enseñanza primaria. Nuestros Concejos tuvieron una honda preocupación por la educación de los niños y no escatimaron esfuerzos en tal sentido. Tan honda fue su preocupación que aún antes de que se instalara nuestra Escuela Normal, hablaban de la creación de un Colegio Graduado de Enseñanza Elemental y Superior como una segunda etapa en la consecución de sus fines. No podríamos en esta breve reseña abarcar todo lo referente a este punto. Bastará saber que desde el primer momento, el Concejo se preocupó por conseguir maestros para los niños.

d) Otras actuaciones:

1) Unas de las primeras resoluciones fue la aprobación del Reglamento de Policía de la Colonia, de fecha 20 de febrero, en cuyo Art. 5º, se prescribe: "Los domingos y días festivos serán estrictamente observados y respetados. "Toda persona que se permita trabajar tales días, será castigada con una multa de $ 4. Siempre que el caso le exija, la autoridad competente de conformidad con la eclesiástica, autorizará ciertos trabajos, después de los oficios divinos." Establecían el descanso hebdomadario y si bien su origen, en el caso presente, es netamente religioso, debemos reconocer que había en los colonos conocimiento de las nuevas ideas, que invadieron el siglo XIX. El Reglamento, al ser aprobado por el Poder Ejecutivo de la Provincia, suprimió esta conquista.

2) Otra resolución muy importante, es la elección de la Virgen Niña como patrona de la Colonia. En la Sesión del 25 de Diciembre de 1863 el Concejo según el Acta respectiva aprobó lo siguiente: "En la Colonia Esperanza, el 25 de diciembre, el Concejo Municipal, se reunió extraordinariamente, bajo la Presidencia del señor Eduardo Mahieu, Juez de Paz. Presentes, los Sres. C. Henry, Santiago Weidmann, Pedro Trombert, Wendel Gietz, Juan Jacob, Basilio Berraz, Francisco Schürrer. Gustavo Pérret, Secretario. Rafael Pezzini, cura párroco, se halla presente también. Faltan los Sres.: C. Nussbaum y L. Van Strate, este último ausente de la Colonia. EL Sr. Presidente comunica que el Concejo se ha reunido para nombrar Patrona de la Colonia, pues el Sr. Obispo deberá bendecir la iglesia y confirmar a los niños. La Colonia debiendo ponerse bajo el patronazgo de un santo, el Concejo Municipal, reunido en este día, por voto secreto, designa como patrona a la Santísima Virgen en el día de su nacimiento, que se celebra el 8 de setiembre de cada año. Así pues, ese día deberá ser reconocido como fiesta patronal de la Colonia, lo que será dado a conocer a la población. Esta acta ha sido firmada en el transcurso de la sesión, por el Sr. Presidente y el Sr. Cura, el 25 de diciembre de 1863. E. Mahieu, Fray Rafael Pezzini. Antonio G. Perret. Casi nos atreveríamos a afirmar que es el único caso en el país, y su elección no fue arbitraria. En efecto, las escrituras dicen: Con su nacimiento se alegró el mundo, al referirse a la natividad de María. Era pues María la esperanza del mundo cristiano, como lo fue la Colonia fundada, Esperanza de un mundo nuevo de trabajo y bienestar.